La causa de tu sufrimiento podría estar en el cristal con el que miras
Todos conocemos personas a las que todo les va siempre de maravilla. Se les ve radiantes, proyectan seguridad y regalan optimismo. Del mismo modo, también hay quienes parecen perseguidos por la mala suerte y viven con la constante sensación de que nada les sale bien. Y aunque todos tenemos nuestras circunstancias, muchas veces el problema se encuentra en el cristal con el que miramos la realidad. Los errores cognitivos, son, precisamente, deformaciones en ese cristal.
¿Qué es la cognición y por qué es tan importante?
Pero antes de hablar de estos sesgos cognitivos, ¿qué es exactamente la cognición? Pues llamamos cognición a la capacidad que tenemos todos los seres vivos de procesar una información a partir de nuestra experiencia, nuestra percepción y nuestra subjetividad.
Esto incluye nuestros pensamientos, creencias, imágenes mentales o expectativas. Todas estas percepciones configuran nuestra valoración individual y subjetiva de las cosas que suceden en nuestra vida.
Y, como podrás imaginar, estas cogniciones son responsables en gran medida de nuestras emociones y nuestro comportamiento, creando un triángulo que se retro alimenta de esta manera:
El modelo de esquemas cognitivos
Un esquema cognitivo es un patrón de pensamiento que sirve de base a nuestras actitudes y nos sirve para localizar, diferenciar y codificar estímulos.
A través de estos esquemas, categorizamos y evaluamos las experiencias. Los esquemas permanecen latentes y se activan en determinadas situaciones para ayudarnos a interpretarlas.
Cuando los patrones de pensamiento son rígidos y disfuncionales, interpretamos las situaciones de nuestra vida bajo la influencia de estos esquemas negativos, dando lugar a pensamientos como:
- “El mundo es un lugar peligroso”
- “Soy tonto, nunca hago nada bien”
- “Para ser feliz tengo que caer bien a todo el mundo”
Es entonces cuando decimos que nuestro patrón de pensamiento es disfuncional y está generando un error cognitivo.
¿Cómo funcionan las distorsiones o errores cognitivos?
Estos errores que cometemos en el proceso de razonamiento ante las situaciones, dan lugar a una serie de pensamientos automáticos negativos, que a su vez preceden a las emociones negativas.
El proceso es el siguiente:
Es importante tener en cuenta que tanto estos esquemas disfuncionales como las distorsiones cognitivas actúan bajo la superficie de forma inconsciente. Debido a que el auto-diálogo interno puede ser también inconsciente, llevarlo a la superficie y ser consciente de cuáles son nuestros Pensamientos Automáticos Negativos (o PANs) es el primer paso para cuestionarnos qué errores cognitivos cometemos.
El entrenamiento con Neurofeedback es muy efectivo para enseñar al cerebro a controlar los errores cognitivos y las emociones ya que nos enseñará a regulará las áreas o redes del cerebro responsables de esa negatividad.
El papel de las emociones
Cuando hablamos de emociones tenemos que considerar dos tipos:
Emociones racionales o adaptativas
Son las reacciones emocionales proporcionadas a una situación. Nos llevan a afrontar los problemas o a superar las adversidades progresivamente (ej.: el enfado). Decimos que son producidas por pensamientos racionales.
Emociones irracionales o desadaptativas
Son las reacciones emocionales desproporcionadas hacia una determinada situación. Nos llevan a tener una actitud derrotista que nos mantiene sumidos en la frustración que termina complicando más nuestros problemas (ej.: la rabia). Son producidas por pensamientos irracionales o distorsionados.
Si conseguimos que nuestros esquemas cognitivos funcionen correctamente reformulando nuestras distorsiones cognitivas, tendremos emociones racionales y resolveremos mejor nuestros problemas.
Por el contrario, la presencia y activación de esquemas disfuncionales, que mantendrá nuestras distorsiones cognitivas dará lugar a emociones y reacciones irracionales.
Nuestra manera de interpretar lo que nos pasa influye en nuestros sentimientos y nuestra conducta
Imaginemos a una persona que está sola por la noche y oye un ruido en otra habitación. Podría reaccionar de estas dos maneras:
1 | 2 | |
Pensamiento | «Hay un Ladrón» | «Se han quedado las ventanas abiertas y el viento ha tirado algo.» |
Conducta | Llamar a la policía / Esconderse | Acercarse a cerrar las ventanas |
Emoción | Miedo | Enfado |
Lo interesante es que, en ambos casos, el estímulo es el mismo. Nuestro cerebro genera una emoción u otra a partir de nuestra percepción de la realidad.
Ejemplos de ideas disfuncionales
“Para ser feliz es necesario caerle bien a todo el mundo”
“Si queremos sentirnos valiosos, tenemos que entender de todo y demostrar en todo momento que estamos a la altura de cualquier situación”
“Es terrible que las cosas no marchen como uno quisiera”
“Lo ocurrido en el pasado nos ha marcado para siempre, y determina nuestra conducta actual y futura sin poderlo cambiar”
“Los demás deben mostrarme su aceptación de forma continua y expresa”
“La falta de muestras contundentes y explícitas de aprecio significa desprecio y rechazo”
“No gustar a alguien es muy grave”
“Siempre debo hacer las cosas bien”
“Si algo no me sale bien, soy un fracaso total como persona”
“Mi valía depende de los resultados que consigo”
Y todo ésto, ¿qué relación tiene con el neurofeedback?
¿Cómo puede ayudarnos el neurofeedback a no cometer estos errores?
A través de Neurofeedback podemos enseñar a nuestro cerebro a mantenerse estable emocionalmente y en controlar las áreas cerebrales que son responsables de los pensamientos y distorsiones negativas. De esta manera conseguiremos que nuestros pensamientos, emociones y conductas estén en equilibrio.