Si sufres ansiedad, puede que hayas experimentado la sensación de pérdida de atención y/o memoria.
Esto puede ocurrir por varios motivos:
1. El estrés es tóxico para nuestras neuronas
La respuesta del cuerpo humano al estrés se caracteriza por la liberación de cortisol. La exposición continua al cortisol, como sucede durante periodos de estrés crónico, puede hacer que las neuronas del hipocampo mueran, y esta degeneración del hipocampo establece un círculo vicioso en el que la respuesta al estrés se incrementa, causando la liberación incluso mayor de cortisol y una mayor lesión del hipocampo, lo que puede afectar a nuestra capacidad de memoria y aprendizaje. (Bear., 2007).
2. Las preocupaciones ocupan lugar
Existen varias teorías que proponen que la ansiedad causa efectos en la memoria de trabajo. Esto sería debido a que los procesos mentales que crean las rumiaciones (pensamientos acerca de preocupaciones que aparecen de forma intrusiva en nuestra mente cuando experimentamos ansiedad) estarían compitiendo con aquellos procesos mentales que controlan la tarea que estamos realizando en un momento concreto. De esta forma, la preocupación actuaría como si estuviéramos haciendo varias tareas a la vez, y de esta forma interferiría en el rendimiento cognitivo de la tarea que estamos realizando. Así, la ansiedad podría estar convirtiendo una tarea simple en una multitarea, complicando su buen desempeño y aumentando el esfuerzo y la energía mental. (Moran, 2016).
3. La activación fisiológica o arousal satura las conexiones
Algunos autores relacionan los altos niveles de arousal (activación fisiológica debida a la ansiedad) con la activación de áreas cerebrales implicadas en la memoria de trabajo, como el córtex prefrontal derecho y el córtex parietal posterior derecho (Keller, 2000). De esta forma, la ansiedad estaría compitiendo con procesos localizados en estas áreas cerebrales, de forma que el desempeño en tareas con memoria de trabajo puede disminuir su rendimiento, ya que, otra vez, la energía cerebral disponibles deben de repartirse entre varios procesos simultáneos que ocurren a la vez.
4. Dopamina, en su justa medida
La literatura científica propone que la dopamina y el rendimiento cognitivo se relacionan siguiendo un modelo de U invertida. Eso esto implica que unos niveles de dopamina muy bajos o demasiado altos ocasionarán un peor rendimiento de nuestro cerebro. Para un óptimo desmpeño cognitivo, nuestro nivel de dopamina deberá ser también óptimo. Esos niveles pueden estar alterados debido a diversas patologías, entre ellas la ansiedad; un exceso de ansiedad provocará un aumento demasiado elevado de dopamina, la cual disminuirá nuestro rendimiento cognitivo. (Cools & d’Esposito, 2011).
La literatura científica apoya la necesidad de combatir la ansiedad para mejorar nuestro estado psicológico, pero en definitiva, también nuestra salud global. Existen varias técnicas que pueden ayudar a disminuir los efectos que provoca el estrés sobre nuestro cuerpo, como por ejemplo la relajación, el entrenamiento en coherencia cardíaca, incorporar una dieta saludable y hacer ejercicio. El neurofeedback puede ayudar a disminuir tus niveles de estrés, de forma que también mejore tu salud, ya que estos procesos son reversibles.
¿Crees que el estrés y la ansiedad pueden estar afectando a tu memoria?
Si sientes que el estrés ha causado efectos en tu memoria, puedes realizar una evaluación neuropsicológica personalizada en nuestro servicio de neuropsicología NeuroCortex, en el que después de evaluar tus puntos fuertes y tus puntos débiles, se te propondrá un plan de trabajo para mejorar tu memoria.
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“Mente sana in corpore sano”
Juvenal