Las áreas cerebrales implicadas en la consciencia y cómo el Neurofeedback puede ayudar a tratarlas
¿Cómo sabemos que somos? ¿Que estamos vivos? ¿Que existimos? Aunque sea algo difícil de definir, es a eso a lo que llamamos consciencia.
¿Nuestra consciencia está en el cerebro?
A pesar de que vivimos en una era dominada por la tecnología, la información que tenemos de cómo funciona el cerebro es todavía muy limitada. Para obtener una respuesta, de momento debemos contentarnos con dar una explicación funcional.
Así, deberemos diferenciar entre:
- “Estoy consciente” en el sentido de estoy despierto, no estoy dormido o no estoy en coma.
- “Soy consciente” en el sentido de quién soy, cómo me siento, qué opinión tengo de mí mismo, etc.
La localización de las áreas cerebrales de las dos funciones anteriores es distinta.
- En el primer caso la localización está a nivel del tronco cerebral, lugar donde se encuentran los núcleos básicos para mantener nuestro organismo con vida. Es la parte encargada de los centros respiratorios o los centros que mantienen el ritmo cardiaco y la capacidad de mantenernos despiertos. Una lesión en esta zona puede provocar el coma.
- En el segundo caso, la localización se encuentra en la zona anatómica denominada la ínsula.
Es esta segunda zona donde podemos encontrar las redes neuronales que son responsables de que nos comportemos como humanos y donde se origina la consciencia (lo que en inglés llamamos awareness).
El Dr. A.D. Craig, un reconocido neurocientífico y profesor Honoris Causa, ha estudiado estas áreas en profundidad en el Laboratorio de Investigación Atkinson en Phoenix.
Sus estudios revelan que la ínsula recibe información de la totalidad de las sensaciones corporales, como:
- Integración de todos los estímulos y sensaciones que provienen de los órganos internos
- Gastrointestinales: sensación de hambre, sentirse saciado, gases, dolor, etc)
- Cardiovasculares: taquicardia, dolor precordial
- Respiratorios: falta de aire, hiperventilación
- La información que le proporcionan los sentidos (vista, oído, olfato, gusto, tacto)
La ínsula también recibe información de nuestras sentimientos, sensaciones y emociones.
Es importante destacar que todo lo referido al “yo como individuo”, esta analizado y registrado en esta zona. Por ejemplo:
- Quién soy yo
- Qué soy yo
- Cómo me veo en el espejo
- Representación mental del yo (¿qué características tengo?, ¿soy inteligente?, ¿tengo defectos?)
Esta representación podría tener consecuencias negativas y generar distorsiones cognitivas, pensamientos negativos, ansiedad, depresión, etc.
Por tanto, la Ínsula, forma parte de las redes neuronales que regulan la depresión y la ansiedad.
Como se puede apreciar, esta área está muy relacionada con la regulación de pensamientos, sensaciones y emociones.
La falta de regulación de la ínsula y las redes neuronales asociadas pueden ser una fuente constante de distorsiones negativas, desregulación emocional, malestar individual, depresión o ansiedad entre otras.
Un número significativo de individuos pueden estar afectados por esta falta en la regulación de la ínsula y no por ello cumplir los criterios diagnósticos de patologías como la depresión o la ansiedad. Esto a menudo implica que estas personas no se considerarán afectadas por dichos trastornos a pesar de una evidente pérdida en su calidad de vida.
Tratar la consciencia con Neurofeedback
El Neurofeedback puede ser de mucha ayuda tratando esta problemática.
Primero de todo, el mapa cerebral y la prueba LORETA que realizamos nos ayudarán a ver las áreas o redes que se encuentran afectadas.
Una vez obtenidos los resultados, podremos se crear un protocolo de tratamiento totalmente individualizado para aplicar el Neurofeedback.
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