Cuando realizamos una sesión informativa sobre Neurofeedback hay algunas preguntas que suelen repetirse. Normalmente son a acerca de cómo se aplica o en qué consisten las sesiones de entrenamiento.
Las más habituales son:
- ¿Debo pensar en algo en concreto?
- ¿Debo hacer ejercicios que involucran las manos?
- ¿Debo escoger un estímulo que tenga que ver con mi patología?
- ¿Cuál es el premio?
- ¿Cómo recibo la recompensa? Y al recibir esta recompensa, ¿cómo mejoro mis síntomas?
- ¿Cómo mirando una pantalla y recibir un “recompensa” me ayuda a mejorar los síntomas…?
En este post, vamos a explicar con más detalle cómo aprende el cerebro con el Neurofeedback para que te enfrentes a tus sesiones sabiendo cómo funciona y cómo lo hace para ayudar a tu cerebro a ser feliz.
Primer paso, ¿qué cambiamos?
El Neurofeedback capta nuestras ondas cerebrales a través de unos sensores colocados en el cuero cabelludo. Estas ondas se dividen en cinco tipos: Gamma, Beta, Alpha, Theta y Delta.
Nuestro cerebro funciona con estos cinco tipos de ondas y cada una predomina dependiendo de nuestro estado mental. Por ejemplo, cuando nos encontramos en un estado de relajación profunda, la onda que predomina es Alfa; cuando nos estamos quedando dormidos, la que predomina es Delta, la onda más lenta; cuando estamos haciendo trabajar a nuestro cerebro con datos, como por ejemplo en el trabajo, la onda que predomina es Beta.
Pero por cualquier motivo, las personas podemos sufrir variaciones en nuestro funcionamiento cerebral, debido por ejemplo, al estrés.
Un exceso de estrés puede hacer que nuestro cerebro esté hiperexcitado, dificultando mucho la creación de ondas alfa. Esto supondría que nos cueste relajarnos.
El principal objetivo de un entrenamiento de Neurofeedback, es equilibrar la distribución de estas ondas para conseguir poder cambiar nuestro estado mental dependiendo de lo que demande cada ocasión. De este modo lograremos estar relajados cuando no estamos haciendo ninguna actividad, procesar información cuando tengamos que estudiar o trabajar, o dormirnos cuando sea la hora de descansar.
Segundo paso, ¿Cómo lo vemos?
Gracias a los avances en las matemáticas y la tecnología de la información, el Electroencefalograma (EEG) es capaz de convertir las ondas cerebrales en imágenes que podemos proyectar en la pantalla de un PC.
Para controlar la imagen que sale en la pantalla tendremos que aprender a cambiar el estado mental que estaba causando ese patrón disfuncional del EEG.
Tercer paso, ¿Y esto como se hace?
Para que sea más fácil de entender, pongamos un caso práctico muy común en la clínica:
Vamos a imaginar que la persona que está entrenando viene por ansiedad (un mapa cerebral típico de ansiedad es aquel en el que se observa un exceso de ondas muy rápidas tipo Beta).
El objetivo del tratamiento consistirá en enseñarle al cerebro a disminuir estas ondas Beta excesivas y sustituirlas por otras más lentas tipo Alfa.
Para ello, la persona tendrá delante el monitor del ordenador (siguiendo con el ejemplo anterior) con dos termómetros de colores:
En ese momento le daremos las siguientes instrucciones:
- Intenta disminuir el verde = Beta
- Intenta aumentar el azul =Alfa
El termómetro de la pantalla refleja lo que está sucediendo en tiempo real (milisegundos) en el cerebro de la persona.
Para que el cerebro realice las tareas, es necesario estimularlo y premiarlo. Esto se hace a través de la fijación de umbrales-objetivo que debe ir logrando. Al lograr cruzar los umbrales establecidos, el sistema le proporcionará una recompensa (un premio) en forma de una señal visual y/o auditiva. Así, le indica al cerebro que ha realizado el ejercicio correctamente.
Siguiendo con el ejemplo anterior:
Si el paciente está produciendo Beta en exceso – digamos a un valor de 9.5 microvoltios (uV)- se le puede situar un umbral inicial de 8 uV. De esta manera, cada vez que consigue disminuir BETA por debajo 8 uV, el sistema le entregará la recompensa.
Paralelamente, podemos hacer lo mismo con Alfa. En este caso, nos interesa aumentar las ondas Alfa para producir sensación de relajación.
Supongamos que el paciente está produciendo 6uV de Alpha. Le podemos poner un umbral a 7.5 uV, y cada vez que el cerebro suba de 7.5 uV, el sistema le dará una recompensa.
De esta manera se están produciendo dos variaciones en las ondas del paciente:
- Se está reduciendo Beta -> que me originaba ansiedad
- Se está aumentando Alpha -> que me produce relajación.
Cuarto paso, ¿Qué ha ocurrido aquí?
El cliente está progresivamente aprendiendo a cambiar la energética cerebral, sustituyendo ondas que generan ansiedad, por ondas que generan relajación. Para cambiar el patrón del EEG, la persona ha tenido que cambiar su estado mental. Es muy probable que haya cambiado de un estado mental de preocupación o rumiación, a uno de focalización en la tarea que tiene delante, aunque solo sea durante unos instantes.
A través de la repetición de este mismo ejercicio, a la persona cada vez le será más fácil entrar en el estado mental deseado, y al final se volverá un proceso automático.
Sería comparable a un atleta de baloncesto: al principio, el movimiento motor de tirar el balón al aro le es extraño, pero después de aproximadamente entre 1500 a 5000 repeticiones conscientes, la acción se vuelve automática. ¡Lo mismo ocurre en el cerebro!
Quinto paso, ¿Qué hemos conseguido?
Una vez que el cerebro consigue esta funcionalidad, está consiguiendo:
- Bienestar: Estar más relajado. La persona se encuentra mejor.
- Eficiencia: El cerebro no está desperdiciando energía (Las ondas Beta son muy rápidas y derrochan mucha energía) por tanto el cerebro está funcionando más eficientemente.
- Aprendizaje: Si esto ocurre, el cerebro adopta esta nueva funcionalidad como suya y esto hace que perdure en el tiempo.
Por último… ¿cómo lo ha aprendido mi cerebro?
El mecanismo de aprendizaje que utiliza el Neurofeedback, es el condicionamiento operante, que es el que utiliza nuestro cerebro para aprender.
El condicionamiento operante postula:
“Si yo pongo un animal, humano o….cerebro en un medio que me proporciona recompensas por una conducta determinada, esta conducta, tendera a repetirse con más frecuencia.”
Cuando estoy premiando la inhibición de Beta y la estimulación de Alfa, esta conducta se producirá con más frecuencia y el cerebro aprenderá a hacerlo y el cliente estará más relajado.
Al estar más relajado (objetivo del entrenamiento de Neurofeedback en este caso), le proporcionará una motivación para seguir entrenando.
¡El cerebro humano con motivación trabaja para conseguir recompensas!
La esencia del Neurofeedback es, en definitiva, el aprendizaje. El cerebro aprende a controlar y reproducir los estados mentales deseados en cada situación o momento de la vida cuando sean necesarios. Esto le dará a la persona tranquilidad y bienestar, ya que le ayudará a gestionar sus emociones.