La comunicación es un aspecto muy importante de nuestra dimensión social. Define cómo nos relacionamos con los demás y también con nosotros mismos. Sin embargo a veces, sin saber por qué, existe una gran diferencia entre lo que pensamos y lo que decimos finalmente. La inseguridad, la presión social o un exceso de cautela pueden llevarnos a no expresar con claridad lo que queremos.
Si a ti también te cuesta decir que “no” y defender tus intereses, quizá necesitas trabajar tu asertividad.
¿Qué significa asertividad?
Asertividad significa expresar tus pensamientos, sentimientos y creencias y defender tus derechos personales de manera directa, honesta y apropiada. Esta forma de comunicarnos también supone el respeto de los pensamientos, sentimientos y creencias de otras personas.
Ser asertivo implica ser capaz de defender los derechos propios o ajenos de una manera tranquila y positiva, sin ser agresivo, ni aceptar pasivamente las otras opciones. Cuando no lo logramos estamos cayendo en alguno de los dos tipos de comportamientos no asertivos: el agresivo, en el que la persona no respeta los derechos de los demás, y el pasivo, en el que la persona no defiende sus derechos, ya que antepone a los demás antes que a él mismo.
Además, debemos tener en cuenta que es posible responder de forma diferente ante distintas situaciones, contextos y personas. Esto significa que podemos ser asertivos con alguien en particular y no serlo con otra persona.
Pero, ¿qué hacen las personas asertivas?
Básicamente, las personas asertivas saben decir “no” y muestran claramente su posicionamiento. Para ello:
Expresan lo que quieren
- Manifiestan su propia postura ante un tema, petición o demanda aunque sea contraria a la opinión de los demás.
- Explican su razonamiento para justificar una petición, su postura o sus sentimientos.
- Pueden contraponerse a algo que otros quieren que hagan pero ellas no.
- Expresan, a su vez, comprensión hacia las posturas, sentimientos o demandas del otro.
Hacen peticiones
- Saben pedir un cambio de conducta cuando sienten que no son respetados; o pedir una acción concreta: un aumento de sueldo, un reconocimiento…
- Expresan la existencia de un problema que les parezca que debe ser solucionado.
Se autoafirman
- Exigen respetuosamente su derecho a ser escuchadas, atendidas y tenidas en cuenta.
- Reaccionan cuando sienten que no se les está respetando, pero sin agredir a la otra persona.
Resuelven conflictos de forma que se beneficien ambas partes
- Negocian acuerdos
- Reaccionan con autoestima ante críticas
- Emiten críticas de manera respetuosa
Saben expresar sentimientos
- Expresan gratitud, afecto, admiración…
- También insatisfacción, dolor, desconcierto…
¿Sabes qué son los derechos asertivos?
En múltiples ocasiones, las personas desconocemos cuales son nuestros derechos asertivos.
Son principios y normas que implican respeto hacia los demás y hacia uno mismo al mismo tiempo. Son unos derechos no escritos, que todos poseemos, pero que muchas veces olvidamos, y tienen la utilidad de posicionarnos en igualdad con los demás.
Algunos de ellos son:
- El derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
- El derecho a tener y expresar los propios sentimientos y opiniones.
- El derecho a ser escuchado y tomado en serio.
- El derecho a juzgar mis necesidades, establecer mis prioridades y tomar mis propias decisiones.
- El derecho a decir “no” sin sentir culpa.
- El derecho a pedir lo que quiero, dándome cuenta de que también mi interlocutor tiene derecho a decir “no”.
- El derecho a cambiar.
- El derecho a cometer errores.
- El derecho a pedir información y ser informado.
- El derecho a obtener aquello por lo que pagué.
- El derecho a decidir no ser asertivo.
- El derecho a ser independiente.
- El derecho a decidir qué hago con mis propiedades, cuerpo, tiempo, etc, mientras no se violen los derechos de otras personas
- El derecho a tener éxito.
- El derecho a gozar y disfrutar.
- El derecho a mi descanso y aislamiento.
- El derecho a superarme, aun superando a los demás.
Ahora que ya los sabes, ¿realmente haces uso de tus derechos?
Puede ser que, aun sabiendo cuáles son nuestros derechos asertivos, no resulte fácil aplicarlos en las situaciones cotidianas. Esto es debido a que en nuestro comportamiento influyen numerosas variables, como por ejemplo experiencias de nuestro pasado, nuestros niveles de autoestima, niveles de ansiedad elevados, o pensamientos negativos automáticos (rumiaciones), que nos impiden llevar a la práctica la teoría por más que lo intentemos.
¿Te gustaría ser más asertivo?
Neurofeedback puede ayudarte a mejorar tu asertividad a través de la regulación de tu cerebro, equilibrando tus niveles de ansiedad y tu estado de ánimo.