El uso de benzodiacepinas para la ansiedad e insomnio ha aumentado de manera significativa. Se consumen cuatro veces más que en Alemania o Reino Unido. Este tipo de medicación puede generar dependencia, tolerancia y abstinencia.
Debido a la pandemia de COVID-19 y los síntomas y problemas que está generando en la población, su uso seguirá aumentando
Desde Neurofeedback Barcelona, queremos informaros de los buenos resultados que estamos obteniendo aplicando los protocolos de tratamiento con Neurofeedback para el tratamiento de ansiedad, depresión, insomnio, estrés y fluctuaciones del estado de ánimo.
Las Benzodiacepinas es un tipo de medicación que no debe tomarse a la ligera, la razón de su uso debe estar bien justificada.
¿Qué son las benzodiacepinas?
Las benzodiacepinas están clasificadas dentro del grupo de sedantes, ansiolíticos e hipnóticos. Actúan inhibiendo la actividad neuronal a través del GABA, un receptor inhibitorio muy importante para el cerebro y por tanto genera tolerancia, El aumento de la tolerancia genera la necesidad de aumentar la dosis para conseguir el efecto deseado. Esto hace que su indicación sea para un periodo corto. Cuando las benzodiacepinas se toman correctamente, son seguras y eficaces.
Las benzodiacepinas no son antidepresivos.
Las benzodiacepinas se pueden clasificar por el tiempo que tardan en iniciar y terminar su acción, lo que se ha denominado vida media. Las benzodiacepinas de vida media corta, inician su acción de manera rápida, pero también su acción es más breve. Por el contrario, las de vida media larga, inician su acción más tarde, pero también el efecto es más duradero.
Si un individuo padece de insomnio, es más lógico que tome una benzodiacepina de vida media corta, que inicie su acción rápidamente y termine su acción al despertar, de esta manera no le afectara al día siguiente. Por el contrario, si un individuo padece de ansiedad durante todo el día, podría tomar una benzodiacepina de vida media más larga.
La potencia de las benzodiacepinas es también un factor importante ya que podrían causar más problemas y efectos adversos en caso de que no se tomen correctamente. Un ejemplo típico, es el de individuo que tiene ataques de pánico severos, en este caso pudiera estar indicada una benzodiacepina de alta potencia y que actúe más rápido.
Desde la aparición de las benzodiacepinas en la década de los 50, su uso se ha extendido rápida y globalmente, pero a pesar de la fuerte crítica, no ha podido frenar su expansión.
¿Qué efectos secundarios provocan las benzodiacepinas?
A corto plazo
- Agresividad
- Desinhibición
- Pérdida de memoria
- Letargo
- Somnolencia
- Reducción de actividad mental y alerta
A largo plazo
- Síndrome de retirada
- Tolerancia
- Dependencia
- Pérdida de control voluntario
- Pérdida de sueño
- Déficit de atención
- Ansiedad
- Depresión
Peligros de las benzodiacepinas
Debido al potencial adictivo de las benzodiacepinas, desde el año 1992, la agencia europea recomienda que:
Cuando realizamos un tratamiento de la ansiedad con benzodiacepinas, debe ser lo más corto posible en el tiempo.
Es importante la reevaluación constante de la sintomatología por parte del profesional prescriptor.
En caso de ansiedad, el tratamiento debería no ser superior a 8-12 semanas, incluyendo el periodo de retirada gradual. En caso de insomnio, la duración máxima del tratamiento debería ser de 4 semanas, incluyendo el período de retirada gradual.
El tratamiento con benzodiazepinas puede provocar el desarrollo de dependencia física y psíquica. Incluso con dosis mínimas y con tratamientos muy cortos, nunca debe considerarse inocuo. Este riesgo de dependencia se incrementa con las dosis, con la duración del tratamiento, y con una posible historia concomitante de consumo de drogas y/o alcohol.
Cómo dejar la medicación
Vence el síndrome de la retirada
El síndrome de retirada aparece cuando se suspende abrupta o rápidamente el consumo de benzodiacepinas. Es especialmente problemático con la medicación de alta potencia.
El síndrome se caracteriza por insomnio, taquicardia, aumento de la tensión arterial, temblores, sudores, aumento de la ansiedad, alucinaciones y sudores.
El síndrome provoca un aumento elevado de la ansiedad y malestar, lo cual induce al paciente a pensar que no puede dejar de tomar la medicación, e intenta asegurarse de que ésta no le va a faltar. Le comunica a su médico la intensidad de su ansiedad y su valoración subjetiva de cuanto necesita tomar la medicación para poder estar tranquilo. Se establece así un círculo vicioso que es difícil de romper. La tolerancia juega también un rol importante, ya que para que el paciente mantenga su ansiedad a nivel más bajo, precisa ir aumentando la dosis. Cuando esta dosis pasa a ser elevada, contribuye al deterioro del paciente, ya que este intenta calmarse tomando más medicación, hasta que llega a una dosis que provoca un estado de disforia que agrava todavía más la situación.
Una retirada abrupta puede producir confusión, psicosis tóxica, convulsiones o una condición parecida al delirium tremens.
Incluso la retirada gradual produce niveles incrementados de ansiedad y de cortisol en plasma, así como dolor de cabeza, tensiones, dolores y temblores musculares, dolores inespecíficos, depresión, alucinaciones, sudoración y ansiedad.
¿Por qué razón su uso se encuentra tan extendido?
Dejar de prescribir tratamientos a los pacientes cuando ya no los necesitan es una parte esencial del arte de la buena prescripción. Tenemos mucha evidencia científica acerca de cómo y cuándo iniciar un tratamiento, pero escasa sobre cuál es la mejor forma “desprescribir”, o lo que es lo mismo, discontinuar la benzodiacepina, especialmente cuando nos encontramos delante de un círculo vicioso como el descrito anteriormente.
La inercia de la prescripción establece un marco perfecto para entender por qué algunas prescripciones llegan a cronificarse, a pesar de estar recomendadas sólo en tratamientos cortos.
El fenómeno es complejo, pero la realidad es que sigue creciendo la prescripción de benzodiacepinas, especialmente las de alta potencia, que son las que tienen los riesgos más elevados.
Se precisa conseguir un cambio de actitud a nivel global. Las organizaciones y colectivos médicos y farmacéuticos, así como las entidades reguladoras deberían unir sus esfuerzos para frenar el uso inadecuado de benzodiacepinas.
Es también importante, que el público en general conozca que hay otros medios de tratamiento no farmacológicos que son efectivos. Neurofeedback Barcelona, está ofreciendo tratamiento con Neurofeedback para este tipo de problemas como son la ansiedad, el pánico, el insomnio, el estrés y la regulación emocional para nombrar unos cuantos. Los resultados están siendo francamente positivos.
Neurofeedback vs benzodiacepinas
Desde hace más de 10 años, nuestra clínica está ofreciendo tratamiento con Neurofeedback sin necesidad de medicación, un número elevado de pacientes han acudido a nuestro centro para tratar sus problemas con insomnio o ansiedad que no han tenido resultados con tratamiento prolongado con benzodiacepinas.
Uno de los objetivos del tratamiento con Neurofeedback, es la reducción progresiva de la medicación. A medida que el cerebro va aprendiendo a autorregularse y va consiguiendo una curva de aprendizaje, se va consiguiendo la disminución de la dosis hasta su retirada definitiva.
El Neurofeedback es un tratamiento que utiliza el método natural del cerebro para aprender, y por tanto, carece de afectos adversos o secundarios.
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